este verano no ha sido el más prolífico en el cantábrico
en cuanto a olas se refiere.
Durante el periodo estival los swells han sido escasos
y las tablas de los surfers de la zona han pasado muchos días en el dique seco,
pero por suerte para nuestro estado físico y mental
de tanto en tanto la quietud estival se marchaba de paseo
para regalarnos cortos pero intensos momentos de surfing,
para quitarnos el mono,
que a todos nos reconcomía por dentro al asomarnos al muro
y ver que el mar otro día más no se movía como nuestra imaginación desearía.
La playa de San Lorenzo de Gijón
es un gran estudio al aire libre y con luz natural
que permite dar rienda suelta a toda la creatividad
que puedan alcanzar un fotógrafo y un surfer.
En este caso el fotógrafo (yo) y los surfers,dos amigos de los de verdad,
Dani y Manu disfrutamos de uno de esos día que con el paso del tiempo se van magnificando para pasar a formar parte de esas conversaciones
que empiezan tal como:
- te acuerdas de aquel día...-.