llegamos la noche anterior.
Tras pasar casi veinticuatro horas entre aviones
y salas de espera de aeropuertos,
estábamos en Hawaii.
Acababa de dejar atrás el frío moderado del invierno barcelonés
para sentir el calor del Pacífico.
Mi destino la Noth Shore de Oahu,
la isla principal de Hawaii.
La primera noce la pasé nervioso,
y es que llegar a un lugar como este de noche,
sin poder ver sus paisajes caminos y calles
a un fotógrafo le puede llegar a producir gran inquietud.
Me instalé en casa de Onco, junto a mi amigo Dani.
Mientras intentaba concentrarme para dormir un poco
en la habitación retumbaba el sonido que venía del exterior.
El mar rugía y nos dejaba claro que la mañana siguiente nos esperaba algo grande.
Sin apenas conseguir dormir debido al "jetlag",
la luz del sol comenzó a asomarse por la ventana de la habitación.
Rápidamente nos pusimos en marcha,
bañador, chanclas cámara y tablas,
lo estrictamente necesario.
En la calle el sol apenas bañaba suavemente las casas calles y palmeras
que adornan la larga kamehameha street.
En quince minutos llegamos a nuestro destino.
Ya estábamos en Pipeline...
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